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«Tenemos el orgullo de decir que el club está vivo»
- Updated: 24 febrero, 2023
En el Rincón del Dirigente recorremos la provincia buscando historias dignas de destacar en nuestras instituciones, y de la gente que está detrás de las mismas. Hoy, es el turno de Israelita Macabi, y de su dirigente Gustavo Lijteroff.
Hace algunos años, Israelita Macabi, una de las instituciones históricas de Mendoza, resurgió desde sus cimientos tras pasar por penurias deportivas que lo habían depositado en el ascenso del básquet local.
Hoy, totalmente asentado en la Superliga, es protagonista en cada torneo que se disputa. Recuperar ese prestigio no fue fácil, y por eso charlamos con Gustavo Lijteroff, dirigente de la institución y de la disciplina, para que nos cuente los pormenores del Celeste.
Hola Gustavo. Bienvenido al Rincón del Dirigente.
Hola, muchas gracias por la nota. Ya estamos trabajando mucho para organizar este año.
Macabi creció y se recuperó hace un tiempo, y actualmente pasa por un período de consolidación peleando siempre en la parte alta de la tabla. ¿Cómo fue ese cambio de rol y cuánto cuesta mantenerlo?
Es un trabajo que empezamos con un grupo de amigos hace 7 años, cuando deportivamente el club tocó fondo. Nos fuimos a la tercera categoría y vivir eso fue un dolor muy grande. Siempre mencionamos lo mismo, los primeros que pusieron la cara fueron mi hermano Adrián y Andy Berman, junto con Fer Segal y José Sclar, que tomaron la posta para poner a Macabi donde se merece y debía estar, pero sin hacer locuras.
Hicimos un trabajo muy fino abajo. El proyecto de la primera división está enfocado en que sea un espejo para las inferiores, que estuvieron devastadas en algún momento. Hoy tenemos el orgullo de decir que el club está vivo, con inferiores completas de chicos y ese es nuestro mayor anhelo, que sigan inmersos en club, donde pueden crecer deportivamente y humanamente.
Cuesta mucho porque los valores se han ido por las nubes, pero tratamos de darle siempre ese toque de amistad y de núcleo, teniendo a todos dentro de la institución.
Ese crecimiento en el equipo superior, ¿potenció a las formativas?
Si, sin lugar a dudas. Los chicos de la comunidad se volvieron a interesar en el básquet. Se habían perdido y emigrado a otros deportes, y ahora la primera volvió a ser un lugar adonde los chicos quieren llegar. En el partido del Vendimia con Obras, debutaron dos chicos más, y tratamos de que eso pase todos los años.
Es muy difícil, a diferencia de cuando éramos chicos que teníamos pocas distracciones. Hoy los chicos tienen muchas posibilidades de alejarse del deporte, y cada vez cuesta más mantenerlos en el club. Si no es idioma, o un instrumento, son los videojuegos, todo los aleja de la actividad. Por eso, apostamos a tener una primera división joven, con buena gente y sana, donde se puedan ver reflejados. No sirve tener personas que no muestren esos valores, y no sean ejemplo para los chicos.
¿Cómo ha sido el apoyo de la comunidad?
Al principio fue una tarea titánica de un grupo de locos, y de a poquito se fueron incorporando más personas, sobre todo cuando entendieron el fin de todo esto.
El nuestro es un club de una comunidad, quizás no hay otro en Mendoza. Tenemos que responder ante ella, porque cada equipo o persona que lleve el escudo de Macabi representa a la comunidad entera.
Siempre hay gente que prefiere otras cosas dentro de la comunidad, y es totalmente valorable. Algunos van más por lo religioso, otros prefieren lo social, o lo deportivo. En el club hay que darle el lugar a todos.
Este grupo de amigos o de locos que empezó con el básquet en la actualidad está manejando el club. Somos Comisión Directiva y no tenemos que responder solo por el básquet, sino por todas las disciplinas y actividades, sin dejar de lado nuestras tradiciones e historia como Comunidad Judía de Mendoza.
¿Cómo ves el nivel deportivo del básquet de la provincia?, en especial de la Superliga.
El nivel ha crecido mucho. A diferencia de otros torneos, este que va a empezar estará más atomizado, con bastantes equipos con posibilidades. Antes estaba nucleado en 2 o 3, ahora hay 5 o 6 con chances de pelear.
Sin dudas está arriba de todos San José, porque mantienen la base y hace años vienen jugando juntos y los resultados lo demuestran. Pero Anzorena se movió bien y recuperó gente de su casa, Banco Mendoza ha mejorado mucho su plantel, San Martín sin lugar a dudas va a ser protagonista, y San Carlos es la nueva cenicienta. El contexto nacional no permite muchos extranjeros por la cotización de los dólares, pero la plaza de Mendoza se volvió muy competitiva para todos.
No quiero dejar pasar la oportunidad de decir que es mucho 12 equipos, porque hay mucha diferencia entre algunos. Pero estaba previsto por reglamento hace un par de años, y teniendo en cuenta eso, creo que la forma en la que se juegan los torneos presenta posibilidades de que todos peleen por algo, por el campeonato o el descenso. Ese es un atractivo muy importante.
Quiero mencionar la buena y gran gestión que está haciendo Nico Popón al frente de la Federación. Hay que decirlo, porque es un trabajo muy desgastante.
¿Cuál es el balance del 2022, y que esperan del 2023?
Empezamos el 2022 muy tranquilos, con un torneo de transición por el recambio de jugadores y entrenador. La expectativa era ser protagonistas. Tuvimos la chance de llegar a la final, y por lesiones se nos complicó en la semifinal con Atenas. En el Clausura trajimos a un jugador de primer nivel, Maxi Ríos. Logramos llegar a la final, que es cuando todo puede pasar.
Nos afianzamos en las inferiores, presentando todas las categorías y siendo protagonistas en fases definitorias. En la primera, que es lo más atractivo, también el saldo ha sido muy positivo, porque al protagonismo de los de siempre se sumó que se afianzaron otros chicos.
Quiero agradecer al equipo de trabajo, porque sólo no se puede. Hay gente que se está sumando a colaborar con la gestión dirigencial, y eso nos hace trabajar en pos de seguir creciendo.
Queremos recuperar lo que nos enseñó el querido Tico Villaveirán, y es que el básquet es amistad. Quiero resaltar también a nuestro querido Chapu, que siempre está presente, y es una de las personas más queridas.