- Maestra con M de Maria Marta
- Un pedacito de Mendoza es de la generación dorada
- Sebastián Torre: “Fuimos campeones por la acumulación de trabajo”
- Torneo Apertura 2024: Todos los campeones de la rama masculina
- A todo o nada: Nicolás Aguilera y Alejo Andrés hablaron en la previa de la final del Torneo Apertura
- Instituto CAB realizará Webinars sobre reglamento, arbitraje y prensa
- Se viene el «Encuentro Final de Minibásquet»
- «Este plantel representa la idea dentro y fuera de la cancha»
- Mendoza ingresa en #ModoPlayoffs
- «A futuro queremos apuntar a un U19»
«Este es el año de consolidar el avance»
- Updated: 17 marzo, 2022
En el Rincón del Dirigente seguimos de recorrida. En este caso conocemos el detrás de escena del Club Juventud Pedro Molina, a través de su presidente Alejandro Bunsters.
Continuamos conociendo a aquellas personas que tienen como vocación la gestión deportiva e institucional. En épocas complicadas para el mundo, Alejandro Bunsters tomó las riendas del Club Social y Deportivo Juventud Pedro Molina, y consiguió junto a su equipo de colaboradores y colaboradoras un crecimiento destacable.
Por eso desde el Rincón del Dirigente decidimos dialogar con Alejandro, y conocer un poco más sobre el trabajo en uno de los clubes más pintorescos de la provincia.
- Contanos un poco de vos y de cuándo tomaste la presidencia, Alejandro…
Soy Alejandro Bunsters, tengo 51 años y soy el presidente del Club Social y Deportivo Juventud Pedro Molina desde el 13 de marzo del 2020.
- Que época dura para hacerse cargo de un club…
Sí. La primera decisión que tomé como presidente fue cerrar el club, el fin de semana del comienzo del aislamiento. La incertidumbre de ese momento y de los meses posteriores fue tremenda. No sabíamos cómo afrontar lo que se venía. Teníamos una obra pendiente, una pared lateral del club que estaba demolida, y estuvo con un tabique de madera durante meses hasta que a fin de año pudimos terminarla.
- ¿Cómo lograron sobrevivir a esa difícil etapa?
Fue todo un aprendizaje, no lo tomo como algo malo. Tuvimos que organizarnos para seguir avanzando. Nos ayudaron mucho los socios y la gente del club en general. Hicimos aportes solidarios, muchas personas colaboraron y así nos movimos.
- Esa organización buscada, ¿sirvió cuando se volvió a la práctica deportiva?
El 2020 fue una experiencia bastante fortalecedora del tema de pensar el club. Al estar cerrado, tuvimos tiempo para pensar y planificar todo, y eso nos sirvió, ya que dio frutos en el 2021. Hicimos un playón nuevo, mejoramos la iluminación y la infraestructura en general de la institución, y en el deporte avanzamos bastante, con el básquet que es la actividad principal del club como bandera.
- ¿De qué forma afrontarán este 2022?
Este es el año de consolidar el avance y organizarnos porque el crecimiento tan fuerte del 2021 nos desorganizó de nuevo. Tenemos que ordenar los horarios del club, y también lo administrativo. En estos meses sumamos nuevas actividades y agregamos Minibásquet y U13 femenino, sumándose así a lo que ya teníamos (Mini a U15 en masculino). Nuestro objetivo es llegar a contar con una primera división. No sé si a fin de año, pero estamos viéndolo y estudiándolo para el 2023. No está fuera de nuestro alcance ni mucho menos.
- Los mismos jugadores y jugadoras del club motivan a seguir avanzando, imagino…
Claro, el crecimiento del club va de la mano con el de los chicos. Nos ponen esa exigencia y debemos ir preparándonos para sumar nuevas categorías a medida que vayan cumpliendo años. Pero con eso vienen nuevos gastos de dinero. No sólo por los costos federativos sino también por la parte técnica, ya que invertimos en sumar profesores. Este año contratamos a la profe Nadina Toledo, que está con el femenino. El año pasado se unió Pablo Moyano en la parte de formativas, Marcos Jofré con el Maxi Básquet, y Rodrigo Verdejo que ya nos venía acompañando.
- ¿Cómo es la tarea social del básquet en la institución?
Tenemos básquet recreativo, que es una pata muy importante del día a día. Observamos que hay muchos chicos que no quieren federarse o realizar el deporte de manera competitiva, sólo desean poder llegar, jugar y divertirse. Así, cedimos un espacio y se formó un grupo de amigos, que juegan sin ningún problema en el club.
- Desde lo personal, ¿cuándo te picó el bichito del dirigente?
Viene desde hace bastante. Arranqué en fútbol con Leonardo Murialdo. Trabaje mucho ahí, después de llegar porque mis hijos jugaban en la institución. Estuve ligado a las primeras del club y llegó un momento de ciclo cumplido, porque había dado todo. Luego llegué a Pedro Molina como profe de futsal, siendo socio y dando una mano. Me quedé y empecé a jugar tenis de mesa. Con los años quedó la vacante de presidente, asique me postulé y arranqué.
En mi trayectoria que hice como dirigente deportivo, aprendí de gente que fui conociendo en los clubes y me fueron formando. La misma experiencia de mi vida también estuvo relacionada con el deporte y la gestión, ya que siempre ocupé esos cargos. Eso ayuda para mi tarea.