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Mendoza campeón Argentino 1959

El Campeonato Argentino de Selecciones de 1959 significó el momento cumbre de la Selección Masculina de Mendoza a lo largo de toda su historia. Por única vez, y gracias a un verdadero equipazo, la Borravino dio la vuelta olímpica.

El cronómetro llegó a cero, y la algarabía y euforia se desatan en el estadio de Independiente de Neuquén. Mendoza, con mucho esfuerzo y claridad, acaba de vencer a Córdoba 73 a 64 y se consagra campeona del Argentino. La satisfacción de los doce jugadores se funde con la alegría de toda una delegación, que acaba de ser testigo de un momento histórico.

Decimos “histórico” no sólo por ser la única vez en la que nuestra provincia se quedó con el primer puesto en la rama masculina, sino también por las formas en las que se logró aquel triunfo. Con una selección que se fue siendo punto y volvió siendo banca.

Era otra época. Las comodidades no sobraban, y el hambre de gloria era el único motor por el cual se movían jugadores, cuerpos técnicos y allegados. “Nosotros en aquella época no ganábamos un peso. Íbamos a la selección porque nos gustaba el básquet, y porque era la manera de hacerse conocer a nivel nacional”, rememora Luis Armendáriz. Para ejemplificar esto, sólo hace falta contar como se viajó: “El viaje lo hicimos en un Mercedes Benz 11- 14, no teníamos ni asiento reclinable. Dormíamos en el piso, o estirados a lo largo de los asientos como podíamos. Pero había una algarabía tan grande que lo disfrutamos muchísimo”, nos cuenta uno de los grandes jugadores que Mendoza tuvo a lo largo de su historia.

El camino no fue sencillo, pero se atravesó con un buen nivel deportivo: Victoria en el debut ante Río Negro (50-34), derrota con Chaco (57-60), y triunfo apretado ante La Rioja (69-65) para terminar la fase de grupos. Luego llegaría el resonante partido ante Provincia de Buenos Aires (71-57), y la revancha ante Chaco en semifinales, eliminándolos por 51 a 45.

La gran final fue ante Córdoba, otro de los equipos fuertes de la competición, que había eliminado en semis a Capital Federal, el favorito de todos, pero también el que causaba una verdadera división Buenos Aires – Interior, ya que era el único hospedado en hotel de lujo, mientras que el resto tuvo que compartir una escuela albergue.

Enfocándonos en el partido definitorio, según marcan las crónicas de la época, Mendoza fue superior y mereció ganar: “El encuentro final no sirvió para otra cosa que para consagrar la victoria de aquel que desarrolló un juego más práctico y lúcido, con la eficaz dirección técnica del señor Mariano González y capitaneado por el veterano “Toro” González”.

El máximo anotador de ese duelo fue Arturo Cacciamani, que sumó 21 puntos. Alberto Álvarez, otro de los excelentes jugadores de ese plantel, reconoció a Cacciamani como “motor del equipo. Fue imparable en todo el torneo, y mostró mucha personalidad”.

Luego de la consagración llegaría el turno de los festejos, y de eso difícilmente puedan olvidarse los muchachos. La memoria los encuentra descolgando la campana del colegio donde estaban hospedados, que sirvió como elemento musical para acompañar a la caravana por el centro de Neuquén. Ya en Mendoza, a la altura de Luján, una gran cantidad de amantes del básquet recibió al grupo con vítores.

El plantel que grabó con letras de oro sus nombres en las vitrinas del básquet local estuvo integrado por: Alberto Álvarez, Cecilio González, Arturo Cacciamani, Andrés Ferro, Luis Felipe Armendáriz, Aldo Escalante, Nelson Pedemonte, Héctor Muñoz, José Linares, Juan Coria, Carlos Segura y Osvaldo Vázquez. El entrenador fue Mariano González, y el asistente Fernando Anfuso.

A sesenta y tres años de esta conquista, desde la Federación de Básquetbol de la Provincia de Mendoza recordamos y valoramos a quienes hicieron posible la gesta deportiva más importante en la rama masculina (repetida con similares honores por la Selección Mendocina Femenina ya entrados en el Siglo XXI, y de la cual hablaremos en el futuro).

Que el recuerdo de este campeonato obtenido sea el faro que nos guíe para poner una vez más a Mendoza en lo más alto del plano nacional. Material, hambre de gloria e historia para lograrlo, sobra.

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