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Un mendocino por Serbia
- Updated: 18 febrero, 2018
El jugador de Regatas, Facundo Aranda, se encuentra participando en aquel país de un Campus.
“La gente puede volar. Algunas personas vuelan más alto que otros, eso es todo”.
La frase pertenece a su majestad, Michael Jordan, que hace unos días cumplió 55 años y sigue siendo para muchos el mejor jugador de la historia del básquetbol mundial. Y estas precisas palabras se pueden trasladar para Facundo Aranda, el joven base mendocino, que derrumbó una vez más toda posible frontera personal, y durante un mes se entrenará en Serbia: una de las cunas de este deporte. Continúa dando catedra, y volando más alto aún. No tiene techo. Impresionante.
Y en una de sus horas de descanso, dialogó vía WhatsApp con el sitio de la FBPM sobre esta experiencia en la Academia de Estrella Roja de Belgrado, en la cual está entrenando bajo la mirada del entrenador Branko Karelij desde el 10 de febrero. “La oportunidad me surgió por mi tío que sabía sobre el tema de poder venir acá y perfeccionarme. Comenzamos a investigar en la Web cómo era el tema. Es algo único esto”, esbozó.
-¿En qué sentido algo único?
-Es que no solo por lo basquetbolístico que es genial sino también por el idioma, la cultura, las responsabilidad y sobre todo por las cosas que me llevo a Mendoza para seguir mejorando.
-¿Qué te ha sorprendido del día a día de allá?
-Algo que me sorprendió el primer día fueron los desayunos. Acá toman un vaso de leche fría y un enrollado de pan con una salchicha o sándwiches de queso y pepino.
-¿Cómo te ha ido con el idioma?
-Me he ido acostumbrando porque la mayoría de los serbios hablan inglés así que poco a poco voy entendiendo.